¿Cómo tratan a los ríos en otras ciudades del mundo?

Foto: Travis Estell
Foto: Travis Estell

Por Luciana Peirone Cappri (@lupeirone), Bióloga con orientación en Ecología

Hace un tiempo, mientras cursaba una materia llamada “Ecología de la Restauración”, me contaron la historia de un arroyo urbano que me dejó flasheada. Se trata del arroyo Cheonggyecheon, en Seúl (Corea del Sur), el cual había sido sepultado bajo una gran autopista. Su historia es muy particular y para mí demuestra que una ciudad atravesada por un río es una oportunidad para crear un oasis fluvial urbano.

La historia del arroyo Cheonggyecheon tiene larga data. Pero su mejoramiento nace a partir de que el gobierno de Seúl se da cuenta que la autopista -que en su momento era símbolo de progreso y por eso habían decidido construirla sobre el arroyo- ya no daba para más. Su estructura estaba dañada, no permitía el tránsito de grandes vehículos y causaba enfermedades respiratorias debido a la contaminación emitida por los 160 mil autos que circulaban por día.

Apuesta por un oasis urbano

La idea que tomó impulso fue la más radical: tirar abajo la autopista y recuperar el arroyo. El gobierno de Seúl, asesorado por un urbanista y junto a una comisión de ciudadanos, comenzaron entonces a planificar la recuperación del agua como elemento generador de paisaje. Después de 4 años en obras logran inaugurar este corredor verde, conformado por muchos parques conectados entre sí a través del fluir del arroyo. Tan lindo quedó, que hoy Cheonggyecheon es uno de los paseos urbanos más placenteros del mundo y fue visitado por 17,5 millones de turistas en 2019.

Cheonggyecheon, el antes (izquierda, año 2001) y el después (derecha, año 2005) (KIM & HAN 2012:152).

 

La recuperación del arroyo, además de alegrar a los turistas, trajo mejor calidad de vida a los habitantes de Seúl. La restauración de vegetación disminuyó el riesgo de inundaciones, combatió el efecto “isla de calor” —la temperatura es entre 3,3 y 5,9 grados menor a la registrada en calles paralelas— y disminuyó la contaminación del aire. Se posicionó también como un lugar de encuentro. Es el lugar preferido para celebrar festividades religiosas y culturales, muestras de arte, festivales de música. Los y las seulenses  se apropiaron del espacio a medida que encontraban diversas formas de habitarlo.

La vida silvestre también se vio atraída por estas mejoras. La biodiversidad se multiplicó a partir de que recrearon diferentes hábitats a lo largo del arroyo, los cuales dieron refugio a varias especies de anfibios y aves migratorias en el corazón de la jungla de asfalto.

Foto por Brian Kusler

Muy lindo todo pero… ¿qué onda acá?

Cheonggyecheon, para mí, es una fuente de inspiración de lo que me gustaría ver en cada ciudad que habito o recorro. En la ciudad de Córdoba, por ejemplo, el río Suquía la atraviesa de Noroeste a Este, y durante mucho tiempo le dio la espalda. No literalmente… sino desde el valor que históricamente se le daba: un espacio inerte, abandonado, donde se tira todo tipo de residuos.

Recuperar el río Suquía y su costanera no es tarea fácil. Hablamos de un tramo de 30 km, que atraviesa diferentes realidades, diferentes barrios, diferentes historias. Que acumula deterioro y prácticas que no son fáciles de abordar de un día para el otro.

De a poco, el paradigma fue cambiando. Y si bien estamos lejos, el rumbo hacia la revalorización del río está fijado. Podemos evidenciarlo, por ejemplo, a través de la creación de la “Unidad Ejecutora Costanera” en el año 2020. La UEC es un equipo interdisciplinario que se encarga de coordinar todos los esfuerzos dedicados a recuperar la costanera. Desde la erradicación de basurales, forestación, mantenimiento de ciclovías, cordones y bancos, hasta la organización de actividades que vinculen a la comunidad con el río (caminatas, pintada de murales, eventos, pasantías, proyectos de inclusión social).  

Una de las zonas del río que se puso linda para ir a descansar, pasear o practicar algún deporte es “La Isla De los Patos”. Allí se puede disfrutar una cascadita -que se creó al equilibrar el cauce del río- y si te sentas a observar un ratito, se pueden apreciar aves autóctonas y peces. Si te movés un poco más, vas a ver arte por todos lados. Murales muy significativos que imprimen nuestra identidad como cordobeses, argentinxs y Latinoamericanxs.

Intervenciones en la Isla de los Patos. Costanera del río Suquía, Ciudad de Córdoba.

Sociedad nueva

La gestión eficiente del agua es uno de los retos del siglo XXI; la construcción de espacios verdes urbanos, una de las necesidades más relevantes después de haber vivido estos meses de cuarentena. Quiero decir: es importante que las políticas públicas se enfoquen en generar nuevas situaciones para una sociedad con nuevos requerimientos.

Pero la pieza fundamental para el éxito de Cheonggyecheon fue la participación ciudadana. No sólo en la apropiación del espacio, sino particularmente en la participación durante el proceso de restauración. Por eso te invito a comentar esta nota… ¿Cómo te imaginas un oasis fluvial en tu barrio? ¿Cómo te gustaría que se trate al río Suquía en Córdoba? ¿Te sumarías a algún voluntariado?

COMPARTIR

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn

2 comentarios

  1. Celebró la decisión política de recuperar y revalorizar un espacio tan importante como el río en nuestra ciudad. Un espacio público que debe ser cuidado, valorado y aprovechado por las cordobesas y cordobeses y los que visitan esta hermosa ciudad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

MÁS

Artículos relacionados

Una isla en la ciudad

Por Carolina Ricci y Camila Pilatti El 20 de marzo de 2020 Argentina entró en Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio para mitigar la propagación del