Cada dos por tres, se “siembran” patos en la isla. Tiene lógica: entre otras cosas, para que la Isla de los Patos no pase a llamarse a secas La Isla, sobre el río Suquía, flanqueada en tierra firme por el pueblo Alberdi de un lado y la divina Providencia del otro.
Cada dos por tres, vuelven los patos. Cada dos por tres, vuelve la noticia de la extinción de los patos. O por vandalismo, o por perros callejeros, o por selección natural.
En Agosto de 2021, la isla cumplirá 30 años desde su inauguración, ocurrida aquella lejana primavera de 1991.
El lugar ha sido protagonista y testigo de innumerables hechos que pasaron a la historia cordobesa, desde eventos culturales –como la inolvidable presentación teatral de El Purgatorio, de La Divina Comedia, con dirección de Cheté Cavagliatto–, hasta celebraciones especiales de las comunidades peruanas y bolivianas, ferias gastronómicas o acciones recreativas.
La Isla de los Patos es una isla artificial de una hectárea y media, que está a la altura de la cancha del club atlético Belgrano, en las coordenadas 31°24′05″S 64°12′14″O. Nació con estructuras de piedra envueltas en tejido metálico, que con el correr del tiempo y el descuido, se fueron desmoronando o desapareciendo.
Sucesivas gestiones hicieron intentos por recuperar patos y obras con igual esfuerzo, pero nunca el río Suquía fue una prioridad. Ahora, con el plan de que la ciudad de Córdoba mire hacia el curso de agua que la atraviesa, se ha puesto especial hincapié en recuperar este emblemático espacio recreativo, deportivo y cultural, con accesos y senderos peatonales, barandas de contención y de protección.
La fuente, el faro, las glorietas, los anfiteatros, formaron parte en sus días de esplendor de un modo de vivir y disfrutar de Córdoba, en un punto estratégico de integración de barrios y de contacto con el río.
Además de la obra humana, hay que destacar la importancia ambiental del Suquía, que hasta la década de 1980 se llamó Río Primero porque fue el primer río caudaloso con el que se toparon los conquistadores: fue declarado área protegida «de aves de transición».
El cauce del agua es la ruta de viaje que utilizan especies autóctonas para llegar a la laguna Mar Chiquita. No hay que olvidar que este río de 200 kilómetros nace en el Dique San Roque y muere en la mar serena cordobesa, pero en el medio atraviesa por completo nuestra querida Córdoba.
Mientras luce renovada y expectante por volver a sentirse deseada, ahora la Isla de los Patos espera con ansias por su vecina isla Zípoli, que curso arriba del agua, pero muy próxima (hacia Sagrada Familia), recibirá obras de infraestructura y un nuevo puente.
